Carolina Gonzalez Jimenez – Dejando una Huella Positiva con Casa Hojaldre
Carolina Gonzalez Jimenez es administradora de negocios y emprendedora, profesional comprometida con la ética en los negocios a nivel local e internacional, con experiencia en dirección y desarrollo de proyectos en el sector público y privado. Carolina es co-fundadora de Casa Hojaldre donde hacen que los clientes coman libres de culpa, brindándoles bienestar, salud y una nutrición fresca en un producto de panadería.
Hacemos que nuestros clientes coman libres de culpa, brindándoles bienestar, salud y una nutrición fresca en un solo producto de panadería.
Sus hojaldres son los más saludables del mercado, sin colorantes ni conservantes, ya que utilizan una fórmula diferente desarrollada por Carolina y su madre, donde traen los mejores ingredientes de proveedores especializados en el sector panificador de Colombia para cambiarlo. Continúa leyendo para conocer la historia inspiradora de Carolina.
Ana: Cuándo y bajo qué circunstancias decidiste comenzar tu camino como emprendedora?
Carolina: Mi madre siempre ha sido ese ejemplo de iniciativa emprendedora en la familia, desde pequeña tengo el recuerdo de mis padres trabajando en su propio negoció, pasaron por diversas etapas, situaciones y negocios entre la ciudad de Bogotá y Armenia, Colombia, pero siempre enfocados en el sector de alimentos; tuvieron por varios años un local de comidas rápidas, luego una especie de restaurante y al final una frutería. Mi hermano y yo ayudábamos en nuestro tiempo libre.
Todo ese entorno influyó en mi gusto hacia el mundo empresarial y en el 2011 empecé a estudiar Administración de Negocios en la Universidad del Quindío. Durante este tiempo, mi mamá empezó a experimentar con el hojaldre (pasta de harina mezclada con otros ingredientes para preparar distintos tipos de pasteles dulces o salados), nunca antes había elaborado un tipo de producto del sector panadero. Me uní a este nuevo reto de negocio familiar, mi hermano vendía los pasteles a la hora del recreo en su colegio y yo en la Universidad.
Tras largo tiempo de ensayo, error y mejora logramos establecer nuestro negocio en la ciudad de Armenia,Q, CASA HOJALDRE, donde producimos y distribuimos los hojaldres más saludables del mercado, sin colorantes ni conservantes, ya que utilizamos una fórmula diferente desarrollada por nosotros con los mejores ingredientes de proveedores especializados en el sector panificador de Colombia para cambiarlo. Hacemos que nuestros clientes coman libres de culpa, brindándoles bienestar, salud y una nutrición fresca en un solo producto de panadería.
Al mismo tiempo que estudiaba y estaba en el negocio familiar, trabajé en otra empresa por 5 años y luego en otro proyecto por casi un año. Desde ese momento redescubrí que mi camino está en influir positivamente la vida de otros, contribuir a mi país desde mi profesión y el desarrollo de grandes emprendimientos.
Ana: ¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo?
Carolina: Como relacionista pública de mi empresa familiar, las oportunidades que se presentan para hacer networking y dar a conocer lo que hacemos en los diferentes espacios en los que me relaciono, ha facilitado que interactúe con nuevas personas para a futuro establecer relaciones comerciales o aliados estratégicos.
Ana: ¿De qué te sientes orgullosa en tu negocio?
Carolina: Como co-fundadora de CASA HOJALDRE, me siento orgullosa de vencer en equipo los obstáculos que se nos han presentado a lo largo de este camino, de aportar los conocimientos y la experiencia adquirida, así sea corta.
Además, la gran oportunidad que tuve a través de mi negocio, de haber sido seleccionada como becaria del programa YLAI 2018 (Young Leaders of The Americas Initiative) donde pude representar en Estados Unidos a mi emprendimiento y a mi país junto a otros 19 extraordinarios jóvenes colombianos, unidos bajo objetivos comúnes de hacer crecer nuestro negocio y de aportar positivamente a nuestra comunidad. Fue una experiencia de intercambio única por 5 semanas para aprender sobre el funcionamiento de los negocios y el emprendimiento en los diferentes Estados de este país, especialmente me toco Little Rock, Arkansas (Maravilloso lugar). También pude conocer a la gran mayoría de los 250 emprendedores de Latinoamérica y el Caribe que participaron en el programa, intercambiar ideas, aprender sobre sus costumbres y experiencia de vida en el desarrollo de sus empresas. Así mismo recibimos capacitación por parte del Entrepreneurship Institute.
Importante resaltar que YLAI, es un programa patrocinado por el departamento de Estado de Estados Unidos y realizado por Meridian International Center.
Ana: ¿Cómo te preparaste en educación y experiencia para iniciar tu negocio?
Carolina: Estudié la carrera profesional como Administradora de Negocios (año 2011 al 2016), y he realizado otros estudios como:
- Programa de Inglés. BNC Colombo Americano Armenia. Año 2010 – 2011.
- Curso ISO 9001: 2008 Fundamentación de un Sistema de Gestión de la Calidad. Año 2013.
- Curso Liderazgo, Motivación y trabajo en equipo. Año 2013.
- Curso Servicio al Cliente en la Organización. Año 2016.
- Diplomado en Gerencia de Proyectos. Politécnico Internacional. Año 2017.
- 21º Seminario Internacional sobre derecho de autor: Generación de valor de contenidos literarios en el entorno digital. Año 2018.
Recientemente participé en el Campamento de Aceleración de Emprendimientos de Alto Impacto con la Cámara de Comercio de Bogotá.
Ana: ¿Cuáles han sido los retos y las lecciones más importantes en tu experiencia como emprendedora?
Carolina: Son innumerables los retos y lecciones que se nos presentan en nuestra vida como emprendedor, quisiera resaltar una experiencia en particular que fue muy importante y decisiva para lograr lo que hoy en día es CASA HOJALDRE.
Recuerdo muy bien ese momento, años atrás en el proceso de conseguir clientes entramos a una cafetería ofreciendo nuestros productos, para ese momento nosotras creíamos que era el mejor pastel de hojaldre, crocante, suave y con buen relleno. Muy amablemente nos atendió el dueño, un señor con experiencia en el sector de la panadería, él, degusto el producto y estas fueron sus palabras “Aunque el sabor del pastel es bueno, seré muy franco con ustedes la contextura del hojaldre no se ve bien, parece una piedra, nada crocante y su color amarillo característico de la masa tampoco lo tiene”, “mejoren su producto y vuelvan”, Así hicimos días después, volvimos y aunque el señor no se convenció del todo con la mejora, nos empezó a comprar pero con la condición de que siguiéramos trabajando cada día hasta conseguir el mejor hojaldre. Fueron tan fuertes las críticas y exigencias de este cliente experto, que, si no hubiéramos trabajado en equipo con perseverancia, teniendo en cuenta sus necesidades y con ganas de salir adelante, fácilmente hubiéramos renunciado a la idea y cerrado el negocio. Pero gracias a Dios lo logramos y hoy podemos ofrecer un producto del sector panificador más saludable que la competencia. Esto no significa que aquí para todo, al contrario, miramos día a día como lograr reinventarnos optimizando procesos y recursos.
Ana: ¿Cuáles son tus metas ya sea con tu negocio o en general?
Carolina: En las metas con la empresa están: Tener mayor presencia en redes sociales, ampliar el nicho de mercado hacia zonas de influencia de la ciudad de Armenia, conseguir nuevos clientes, construir una planta de producción, desarrollar un subproducto, lanzar un nuevo producto al mercado en el cual estamos trabajado y mejorar los procesos en el manejo de residuos. Buscar un futuro un inversionista.
A nivel personal iniciar los estudios de maestría, aplicar los conocimientos adquiridos a mi empresa familiar, crecer profesionalmente, continuar asistiendo a eventos y participar en convocatorias de emprendimiento. También, seguir representando a la comunidad de emprendedores YLAI alumni de la que soy parte, aprovechar las oportunidades que allí se puedan generar, dar a conocer el programa YLAI (Young Leaders of The Americas Initiative) e incentivar a los jóvenes a participar si se abre la convocatoria para este año 2019.
Ana: ¿Qué otras pasiones, causas o intereses son importantes para ti?
Carolina: Me gusta la música, el arte y la lectura. Considero que estás son la puerta hacia el conocimiento. En un tiempo toque la guitarra y es algo que todavía me gusta así sea ver a alguien interpretando este instrumento.
Otro de mis gustos es escribir, estuve hace tiempo atrás, redactando poemas y canciones en mi tiempo libre.
Contribuir al proyecto que está desarrollando una persona muy allegada a mí en Bogotá, que es como mi familia, donde titánicamente apoya a jóvenes boxeadores talento de escasos recursos en su paso del boxeo amateur al profesional. ¿Ella dice “Por qué no?, si se puede salvar una vida con su pasión por el box”.
Ana: Cuáles consideras son tus contribuciones a la comunidad?
Carolina: Desde Casa Hojaldre, la contribución a la comunidad lo vemos como la generación de oportunidades de empleo y el aporte a la disminución de los altos índices de obesidad en los niños y jóvenes de la población Quindiana. También los estudiantes tienen la posibilidad de consumir en el recreo un producto más nutritivo y saludable.
Ana: Qué sugerencia les darías a otras mujeres para que encuentren el éxito como emprendedoras?
Carolina: El éxito para mí es un concepto subjetivo, ya que, depende de la perspectiva de cada ser humano y el significado que le otorgue. Lo que para mí representa el éxito puede que para otra persona no lo sea o viceversa. La sugerencia que daría a todas las mujeres, es que, sean siempre ellas mismas, que encuentre su mayor potencial y que cada día se descubran con nuevas habilidades, que dejen florecer su creatividad, que sean constantes con lo que se proponen y por más obstáculos que se encuentren nunca dejen de avanzar e ir tras sus sueños. Salir de la rutina, explorar cosas nuevas, aprovechar cada segundo del día, leer y estar muy consientes de todo lo que sucede a su alrededor, de conocer la situación de su país y del mundo para sembrar un granito de arena desde lo que cada una hace dejando una huella positiva en la sociedad.
Gracias Ana por su tiempo y por este espacio.
